¡Hay Alternativas! Las colaboraciones públicas y comunitarias

Otra vez con lo mismo, cuando uno ya se cree que los Partenariados Público-Privados (PPP) son hegemónicos descubre que la realidad no es tal. El mismo engaño nos pasó con la gestión privada, pensando que era mayoritaria en el mundo cuando apenas llega a una cobertura del 10% de la población mundial. Pues ante la fórmula mágica de las PPP para dar soluciones a todo, no sólo nos damos cuenta que son un fracaso sinó que descubrimos que el modelo más eficaz y más extendido es el de las colaboraciones entre entidades públicas y comunitarias o Partenariados Público-Públicos (PUP).

Antes que nada, pero, recordemos que sin territorio no hay gestión, sin el cuidado de todos los ecosistemas acuáticas no hay agua que valga. Dicho eso les alerto de otro aspecto, cuando hablemos de “lo publico”, hablamos de “lo social”, es decir, hablamos de un servicio público que les pertenece a los ciudadanos y que son ellos quiénes deben decidir como debe ser gestionado.

Pero empezemos ya ha hablar de estas colaboraciones que os contaba. Se trata de acuerdos entre entidades públicas ya sean locales, comunitarias, estatales que buscan mejorar el servicio público, no des de la óptica mercantil de ampliación de mercado de las PPP sinó des de la óptica de la solidaridad, sin el ánimo de lucro.

Esta no es una propuesta sólamente solidaria, pues en comparación con las PPP las PUP son más eficaces, efectivas, eficientes y equitativas. La literatura sobre eso es extensa, así que a no sé que me retén a exponerlo, prefiero invertir nuestro tiempo en ver como pontenciamos estas colaboraciones.

Por un lado, tenemos que conseguir eliminar el agua de la agenda de los partidos políticos, pues para construir unos servicios públicos de calidad y estas colaboraciones, necesitamos pensar en planificaciones a medio y largo plazo. No podemos perimitir que los serivicos públicos de los ciudadanos dependan de los intereses particulares de los partidos.

En el mismo sentido, debemos ser muy críticos con las políticas internacionales de nuestros países. Así, cada año se engrosan con fondos públicos, provinientes de nuestros impuestos, las arcas de las insituciones financieras internacionales: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, etc. Éstas a su vez, se encargan de promover poĺíticas neoliberales a través de condicionar sus créditos a la privatización de los servicios del agua. Estas prácticas altamente tóxicas nos indican claramente el proceso de corporación de los estados que estamos viviendo, ¿por qué no se usan las propias instituciones públicas que tienen los estados? ¿por qué no se implementan las PUP en vez de las PPP? Me imagino que no hace falta que les dé la respuesta.

Por otro lado, debemos profundizar en la concepción social del agua, no se trata sólo de algo técnico, pues mientras ellos hablan eficiencia nosotros tenemos conocimiento. Debemos, por ejemplo, trabajar la rendición de cuentas con los usuarios, así como la participación, la consulta social, la transparencia, etc.

Finalmente, tenemos muchos retos por delante, por ejemplo debemos desarrollar indicadores de gestión que nos brinden una información real, os puedo asegurar, que unos buenos indicadores nos demostrarían claramente la mejora en esas “e” (eficaces, efectivas, eficientes y equitativas) del sector público frente el privado.

Despues de todo lo expuesto, me imagino que habréis visto que no sólo se trata de gestión, se trata de un proceso de democratización, ni se trata sólo de agua, las colaboraciones público y comunitarias son una alternativa válida para la mejora de todos los servicios públicos. Empezemos a elaborar nuestra agenda política, tenemos conocimiento y legitimidad suficiente para implementarla.